CONVERSACIÓN
Intríngulis audible, doble tautofonía
de voces que descarnan el mármol del cerebro:
es mi yo que me habita,
lo escucho como un cántaro,
una pared
que me habla y le respondo,
hablo como si fueran dos:
un yo
y un tú
con los latidos de la misma cuerda,
un tú como un yo desde el espejo,
un yo que me responde a bocajarro,
le hablo a mí
y eres tú quien me labra en la cabeza.
Puedo ser esta tribu de células voraces.
Puedo ser una sola palabra que me nombre.
Jamás sabré lo que soy a ciencia cierta
en esta conversación de los remotos
que se escuchan y responden
cuando piensan.
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