AUNQUE ME HINQUE
Intensa mujer de mis cansados labios
tápate los oídos,
no escuches y no mires.
Hay un dragón humeante silbando en tu ventana.
Hay un nahual atroz rondando tus esquinas.
Hay un demonio gris
que te persigue.
Intensa mujer de mis perdidos ojos
sacúdete las piernas y huye lejos,
corre lejos, lejos
para que no te alcance el reclamo
de mis monstruos
ni su vaho persistente
ni el resuello
de su tosca pasión mal atendida.
No hagas caso a este amor, aunque me hinque,
bella mía,
aunque ponga mis dos manos
palma a palma.
No quiero que escuches mis requiebros,
tápate los oídos,
atranca las orejas con firmeza,
no me dejes entrar, yo te lo ruego,
aunque me desgañite
y lo pida por Dios y por mi madre,
cierra tu corazón con diez aldabas,
no dejes un resquicio, nada, nada abierto,
ponle mastique a los cristales
y una sábana vieja al hueco de la puerta,
no me dejes entrar, amada mía, te lo suplico,
no me dejes pasar, hermosa mía,
aunque me hinque,
pues si lo haces
echarás a perder toda tu vida
porque entonces yo seré tu raíz y tu avena
y el ángel de tu casa
y vivirás como loca todo el tiempo
y pensarás que ser feliz es muy sencillo
y llorarás en mi tumba cuando muera.
*
3 Comments:
Aquí vengo "de rubia" y azul.Siempre me gustó este poema...un abrazo
Calorcito de Julio y Abril, te agradezco tu comentario, yo también te envío un abrazo
QUE TE PUEDO DECIR...LO HE LEIDO Y ME QUEDE PRENDIDA, ES ROMANTICA Y DELICIOSA
TE FELICITO....
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