La hebra en la tela

Flavio Hugo Ruvalcaba Márquez es mexicano y Doctor en Derecho. Ha cultivado los géneros de novela, cuento, ensayo, poesía y crónica cultural. Es autor de las novelas El descanso del cambio, Las alas del árbol y La purísima desnudación de las notadas. La crónica cultural se ha reunido en la obra La lupa de Dalí. Su tesis doctoral se denomina Los dogmas y tabúes como fuentes del Derecho. Ha publicado poesía bajo el título La hebra en la tela. flamarel-8@hotmail.com

Friday, February 29, 2008

LA PLAZA VALENTÍN GÓMEZ FARÍAS

(Iglesia de San Juan de Guadalupe, frente a la plaza Valentín Gómez Farías)
(Vista de la vieja casona de don Ireneo Paz, abuelo de Octavio Paz, así como del lado sur de la plaza)
(Las dos casonas colindantes)
(La casona de don Valentín Gómez Farías, actualmente sede del Instituto Mora)
Dos casonas del siglo diecinueve se levantan augustas en la plaza con las puertas mirando hacia el oriente y paredes que doblan una espada. La del norte fue finca de descanso del prócer Valentín Gómez Farías, y es notable que allí fuera enterrado para no soportar la clerecía. La del sur habitó don Ireneo Paz, hombre de la Reforma, escritor, liberal periodista y manso abuelo. En esta plaza Octavio Paz creció. Es éste su alto surtidor de fresnos y de piedras de pájaros de sol. * (La plaza Valentín Gómez Farías está situada en la confluencia de las calles Augusto Rodin e Ireneo Paz, en el corazón del legendario barrio de San Juan Mixcoac de la Ciudad de México. Frente a ella existen dos antiguas casonas, casi intocadas por el tiempo; la del norte, que fue la casa de campo del presidente liberal Valentín Gómez Farías, es ahora sede del Instituto Mora; la del sur, contigua a aquélla, perteneció a don Ireneo Paz, abuelo del poeta Octavio Paz, y en la actualidad es un convento de monjas. Frente a la hermosa y pequeña plaza se conserva la iglesia de San Juan de Guadalupe, construida en el siglo XVI; en su atrio, las monjas del convento venden pan los domingos, un pan único por su sabor y tan pesado como un ladrillo en la mano, que quien lo prueba ya jamás puede olvidar. Por lo que se refiere a la forma, se trata de un soneto endecasílabo, con rima asonante, encadenamiento no tradicional y ritmo: melódico, en versos 1°, 2°, 3°, 4°, 5°, 7°, 8°, 9°, 11° y 14°; heroico, en versos 6° y 10°; yambo, en verso 12°; y sáfico, en verso 13°)

Wednesday, February 27, 2008

HAIKU

Habré vivido:
oí cantar los pájaros
y ellos me oyeron.
*

Wednesday, February 20, 2008

EL BALCÓN

(Fragmento final del poema Oídos con el alma... de Octavio Paz, del libro Pasado en claro, escrito en 1974 en México y Cambridge, Mass.)
Desde el balcón de la calle Nattier miro hacia el Sur las frondas de los fresnos y la araucaria que plantó el abuelo para tener en su jardín un pez. Son los árboles altos que releo en los poemas de Octavio, esa su sed insaciable de estar en el no ser de ser un árbol, lógico y eterno. Ya los fresnos entierran sus raíces. La araucaria ya anuda sus espinas. En mi balcón ventea un árbol libre. Ya la ciudad descansa en su buhardilla. Y en el balcón el árbol nos percibe con los ojos de Paz en esta vida. * (Este poema fue construido a partir de los siguientes hechos: don Ireneo Paz, abuelo de Octavio Paz, plantó en su casona fresnos y una araucaria de la especie bidwillii, a finales del siglo XIX, en el barrio de San Juan Mixcoac de la Ciudad de México; el poeta siempre recordó esos árboles con nostalgia, y tal vez por eso mismo las palabras que más utiliza en sus poemas son herbáceas y arbóreas; tengo el privilegio de que el balcón es actualmente mío, y de que los fresnos y la araucaria aún existen. La casona es un convento de monjas, frente a la placita Valentín Gómez Farías y la iglesia de San Juan de Guadalupe edificada en el siglo XVI, justo atrás del bellísimo Parque Hundido. En cuanto a su forma, se trata de un soneto endecasílabo con rima asonante, encadenamiento tradicional, con ritmo: dactílico en verso 1°; sáfico en versos 2°, 3°, 4°, 8°, 11°, 12° y 13°; melódico en versos 5°, 6°, 7°, 9°, 10° y 14°)