La hebra en la tela

Flavio Hugo Ruvalcaba Márquez es mexicano y Doctor en Derecho. Ha cultivado los géneros de novela, cuento, ensayo, poesía y crónica cultural. Es autor de las novelas El descanso del cambio, Las alas del árbol y La purísima desnudación de las notadas. La crónica cultural se ha reunido en la obra La lupa de Dalí. Su tesis doctoral se denomina Los dogmas y tabúes como fuentes del Derecho. Ha publicado poesía bajo el título La hebra en la tela. flamarel-8@hotmail.com

Thursday, October 30, 2008

ESTE MOMENTO

(Interior de la iglesia de Pabellón de Hidalgo, Aguascalientes, adornada con un Nacimiento. El retablo es de madera y de estilo barroco, realizado a finales del siglo XVIII. Diciembre 30 de 2008)

(El bellísimo templo de San Antonio, de estilo ecléctico, construido en cantera amarilla y en menor grado rosa, en Aguascalientes, México. En primer plano, el autor junto a la escultura de Refugio Reyes, constructor de la iglesia, siendo un arquitecto autodidacta. El cielo azul, de una tonalidad intensa, es frecuente en esta ciudad durante cualquier época del año. Enero 4 de 2009)

(Torre y frontispicio barroco de la iglesia de Guadalupe, Aguascalientes, México. El interior es un derroche de canteras rosas, en paredes, bóvedas y columnas, que le dan una singularidad memorable. Enero 4 de 2009)
(Iglesia de la hacienda de Garabato, Aguascalientes, de estilo gótico con influencias eclécticas. En alguna época esta hacienda fue criadora de ganado de lidia. Diciembre 30 de 2008)


Este momento
encierra el infinito
y todo el tiempo.


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Tuesday, October 28, 2008

EMBARAZO


Desde mi cómodo sillón de hombre
observo los agobios de una embarazada.
Su pequeñito cuerpo
se agiganta
y ha fecundado un dócil mundo
que ya gira en su pretil redondo.
Pienso en la ecuación
de la gota que divide y se duplica
y que revienta un río
que se hace mar
y lo desborda.
Es duro llevar un peso así,
duro para moverse,
dormir, comer y trabajar.
Pero sobre todo
pienso en lo extenuante
de saberse un cáliz
que lleva en su concavidad
toda la vida.
Nueve meses son demasiado tiempo
para la redención
de cualquier forma o grado de placer,
si es que lo hubo.
Nueve meses son demasiado tiempo
para que un dios
salvaje y prejuicioso
cegado por la envidia
buscara compensar.
Pero a los varones,
a los frágiles y comodinos y felices varones,
¿qué podrá redimirnos?



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Thursday, October 02, 2008

NO SE OLVIDA


Por más que la cabeza nos traicione
no se olvida, no se olvida, no olvidamos
por la simple razón de que una plaza
es un pésimo lugar para la muerte,
no se olvida,
el recuerdo es una flecha inamovible lanzada por Parménides,
hay una plaza, no se olvida,
por la simple razón de que la sangre,
como la miel,
es algo fresco, incorruptible siempre,
que puede circular roja y febril

en la aorta tenaz de la memoria.
No se olvida.
No se olvida.



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FOTOGRAFÍA

(Fotografía de Dimas Márquez Dávalos, abuelo materno del autor. En la misma se refleja la imagen de éste al momento de tomar la impresión del retrato)

Veo hacia la cámara y un segundo después
el sol de negra luz ciega mis ojos.
Ya no soy quien mira hacia la cámara:
a partir de ahora soy alguien
que me ve desde otro tiempo
y de algún lugar remoto:
éste que soy es el que mira
mañana, en otro sitio,
a un hombre serio, de treinta y tantos años,
con los ojos abiertos al filo de un instante,
un hombre que vivió como los vivos
y que ahora,
de acuerdo a las constancias
del registro civil,
oficialmente, sólo oficialmente,
se halla muerto.


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